Seguido a la conquista y colonización, en 1884 se iniciaron las primeras obras de riego que eran muy rudimentarias y los cultivos de alfalfa, maíz, trigo, no solo sufrían la falta de agua en épocas de sequías, sino también las periódicas crecientes que destruían pueblos y sembradíos.
1884En 1899, mediante la Ley 3727, el presidente Julio Argentino Roca encomendó al prestigioso ingeniero hidráulico italiano, César Cipolletti, quien ya se encontraba en el país realizando estudios relacionados con el riego en Mendoza y San Juan, un proyecto de sistematización de riego y la parcial regulación del régimen del río Negro, para aprovechar las aguas de esa cuenca y sus afluentes (ríos Neuquén y Limay) y, también, la cuenca del río Colorado.
1899